
Aunque lo hayas visto en un montón de posts, en revistas, todavía existen muchas dudas en cuanto al uso de este concentrado, para que sirve, cuándo se aplica, en que cantidad, como se masajea….
Pero, ¿sabes que es exactamente un sérum? Y, sobre todo, ¿cómo, cuándo y por qué deberías incorporarlo a tu rutina diaria?
¿Qué es un sérum?
Un sérum (suero) es un producto de cosmética que tiene una concentración muy alta de activos lo que le permite tener resultados visibles y en menos tiempo, ya que es capaz de penetrar hasta capas más profundas. Tiene una textura ligera y suele ser de rápida absorción, no deja residuo y permite aplicar encima nuestra crema habitual.
Hay una gran variedad de sueros para todas las pieles y todas las necesidades: calmantes, antioxidantes, hidratantes, nutritivos, energizantes, iluminadores, equilibrantes, etc.
¿Cómo se usa el sérum?
El sérum se pone siempre con la piel limpia y tonificada antes de la crema. Preferiblemente por el día y por la noche, si no se puede, aplicar siempre de noche, ya que mientras dormimos es la hora feliz para la piel, donde se regenera y los activos son más efectivos.
Dependerá de su textura si es más tipo aceite ó tipo gel pero con una cantidad pequeña de producto es suficiente para todo el rostro. La cantidad aproximada sería la de un guisante.
Se aplica con tecleteos sin masajear, con suavidad y delicadeza por todo el rostro, empezando por los pómulos con movimientos desde el centro hacia los lados, no olvidar la zona de cuello y escote. Dejar actuar y cuando se absorba aplicar tu crema habitual.
Y ahora que ya conoces qué es el sérum y los beneficios que aporta a tu piel, ¿a qué esperas para probarlo?